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viernes, 5 de junio de 2015

Escenas y Diálogos (26): Mala Onda

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

 Puta, cómo pasa el tiempo.
 Funciona. La vieja de mierda, intrínsecamente chilena, de esas que se casan tarde y parecen abuelas pronto, compra la botella y me la pasa.
  –Me imagino que es para su padre.
  –Quizás. En todo caso, un millón. Le debo una.
 Creo que sé por qué no me abro con la Luisa Velásquez: es porque en el fondo me admira. Si llegara a conocer todas mis debilidades, probablemente dejaría de interesarle.
  –Las verdades duelen, ¿no?
 La observo: me parece perfecta, al menos para mí. Por eso también la siento lejos. Y como que me gusta eso.
 Cuando uno se ha sentido muy como las huevas, ese dolor vuelve facil.
  –¿Tan mal estás?
  –Mal no. Solo. ¿Entiendes? Me siento... me siento aburrido. Solo. Como que no pasa nada. No me pasa nada. Solo huevadas deprimentes. O apestosas.
  –¿Aislado?
  –Algo así.
 Me viré, dejé de estar allí, quise estar solo.
 Mejor solo que mal acompañado.
  –Esta es tu séptima anotación. No llevas ni dos horas del nuevo trimestre y ya estás en problemas.
  –Los problemas empezaron antes...
 Me he vuelto mentiroso, pienso.
 Y me da risa.
  –No se trata de eso, Vicuña. Te has metido en una onda muy mala; deberías cortar el hueveo antes de que el hueveo te corte a ti.
  –No sé si te has fijado, pero tú nunca sonríes –me dice en forma gratuita.
 No vale la pena responderle. Pero le constesto igual:
  –Quizás no tenga motivos.
  –Y después dicen que en Chile no hay qué comer –comenta.
 El resto de los concurrentes ríe de buena gana ante el humor y la rapidez del embajador.
 Yo lo pienso un segundo
 Pero no hay nada que pensar, siento.
 Es lo que debo decir. Y lo digo:
  –Por qué no se da una vuelta por las poblaciones y deja de hablar huevadas.
 Su ausencia no hará más que adherirse al vacío total que siento, que siento pero ya no me mata, ya no me debilita.
 Pero sigo, me gusta. Y mientras más desciendo, mientras más me acerco a mi casa, más fuerte me siento. Es como si el viento me purificara. Es como si tuviera ganas de llegar. De avanzar. De dejar atrás la mala onda, la duda, enfrentar lo que me espera allí abajo. 

miércoles, 3 de junio de 2015

Opinión personal #45: Mala Onda

♥ Titulo: Mala Onda
♥ Autor: Alberto Fuguet
♥ Editorial: Punto de Lectura
♥ Páginas: 335
♥ Formato: Tapa blanda sin solapas


Matías Vicuña (diecisiete años, familia adinerada, colegio del barrio alto) está pasando por un momento difícil. Ni los ríos de alcohol, ni las interminables noches de sexo y cocaína mal picada, logran anestesiarlo de la mala onda que lo invade al regresar de un alocado viaje de estudios. Su vida, al igual que su familia, se está cayendo a pedazos.


Hace aproximadamente un año (creo que más) que tenía ganas de leer este libro. Y a pesar de ver tantas cosas malas en goodreads, no se me quitaba la curiosidad por él.
De hecho, agradezco eso porque sino, hubiera leído con muchas expectativas y me hubiera decepcionado demasiado. Porque Mala Onda no es un libro con la mejor historia del mundo, ni la mejor trama, ni los mejores personajes.

Me pareció un libro muy plano, o sea, no importaba que llevara 10 o 250 páginas, sentía que siempre ocurría lo mismo y que en realidad, no ocurría nada. Nada interesante.
Sentí que no hubo ningún quiebre en la historia y no hubo nada que me hiciera querer seguir leyendo. Muchas veces me cansé de leer al paso de 20 minutos.

Mala Onda cuenta la historia de Matías Vicuña, que es de una familia con bastante dinero. Pero esto no quiere decir que en su vida no hayan problemas, porque él siente muchas veces que está atrapado en un hoyo del cual no puede salir. O al menos esto es lo que me transmitió el libro y las conclusiones que me hizo sacar.
Por este motivo, Matías hace cosas que cree que lo ayudarán a olvidar o mejorar en algo la situación.

Como el libro trata sobre esto, no me sentí identificada con el protagonista. Y entiendo que muchos lectores se hayan sentido identificados con él, pero es que... no estoy en esa “onda”.
Pienso que es bastante negativo, más que nada por Matías. Porque él ve que todo está mal, en vez de ver al menos el lado positivo de las cosas.

Por otro lado, también muestra la realidad de muchos adolescentes, así que esto me pareció bien, además de que nunca había leído un libro parecido a este. Supongo que está bien cambiar y conocer cosas nuevas.

Pero sin duda, una de las cosas que más me gustaron fue la ambientación.
Es la época en la cual estuvo Pinochet al mando de Chile.
Me encantó saber un poco más sobre las cosas que ocurrían en esta época. Además de que la represión que había era increíble.

También me gustó que el libro fuera tan chileno. Esto permitió que la historia se me hiciera mucho más cercana y real. Alberto Fuguet logró muy bien esto y creo que es algo que hay que destacar.


  –Ándate a la mierda.
  –Ya me fui. Qué rato.

Matías Vicuña, como ya dije, es el protagonista y la verdad es que no me gustó mucho.
Me pareció lleno de nagatividad y le encantaba meterse en problemas por cosas tontas. Supongo que esta era su manera de llamar la atención de alguien, de cualquier persona, porque siempre se siente solo. Y creo que con esto todos nos podemos sentir identificados con él; todos nos hemos sentido solos alguna vez, aunque no lo estemos.
A pesar de todo esto, hay una parte del libro en que amé a Matías. Lo amé por hacer un comentario tan acertado en el momento menos oportuno. Lo amé por su coraje y porque no le importaron las consecuencias.
El padre de Matías pienso que más que su padre (que para mí es alguien que te enseña y te muestra tus errores para que seas cada vez mejor persona), parecía su amigo. No ponía límites, le daba total confianza y no le importaba nada lo que hiciera su hijo. De hecho, me sorprendió mucho que hasta se drogaban juntos. 
También tenemos a la madre de Matías, que apareció en muy pocas partes pero solo eso me bastó para darme cuenta de que era una persona muy superficial y que ni siquiera le interesaba un poquito Matías.

El final me gustó un poco más que el resto del libro, porque de alguna forma, sentí que Matías fue feliz al menos durante un segundo.

Mala Onda es un libro que se me hizo muy lento de leer y plano, ya que a lo largo del libro no ocurre nada demasiado relevante.
Me pareció que se mostraba el lado más negativo de la adolescencia; el alcohol, el sexo, las drogas y la rebeldía. 
No lo recomiendo a cualquier persona. Solo a los que tengan muchas ganas de leerlo y suelen gustarles los temas mencionados.

 Pero no era solo eso: era mi familia, quizás; los amigos, la ausencia de minas, la onda, la falta de onda, la mala onda que lo está dominando todo de una manera tan sutil que los hace a todos creer que nada puede estar mejor, sin darse ni cuenta, sin darnos ni cuenta aunque tratemos.
 Estaba asustado, intranquilo.
 
3/5