♥ Titulo: Santa María de las Flores Negras
♥ Autor: Hernán Rivera Letelier
♥ Editorial: Punto de Lectura
♥ Páginas: 285
♥ Formato: Tapa blanda sin solapas
El 10 de diciembre de 1907, se desató la huelga en San Lorenzo; como el viento del desierto, ésta se expandio rapidamente por las oficinas salitreras cobrando adeptos que pararon las faenas y el 15 de diciembre emprendieron el largo viaje hasta Iquique. El Jote Olegario, Domingo Domínguez, José Pintor, Idilio Montaño, Gregoria Becerra y sus dos hijos, motivados por en su mayoría por el hambre de justicia proletaria y mejoras laborales; son parte de la histórica muchedumbre que llegó a Iquique sin imaginar el destino que les esperaba.
Quiero comenzar diciendo que este libro lo leí por el colegio. Lo terminé hace tres días y cuando estén leyendo esto, es muy probable que ya haya dado la prueba. Así que antes de darla, he querido hacer la reseña para tomarme más tiempo para pensar sobre esta novela, la cual me dejó sin aliento y que al terminarlo sentí un un gran vacío.
Creo que nunca en toda mi vida, había leído un libro para el colegio que me llegara tanto.
Antes de leer el libro solo sabía lo que aparecía en la parte de atrás, lo que fue suficiente para llamar mi atención.
Al principio, el libro se me hizo muy rápido de leer. Sin embargo, luego de avanzar un poco, se me hizo más pesado. Aunque creo que tiene que ver con que estuve tratando de terminar el libro durante muchas horas (y sin descanso). Por este pequeño detalle, es que no tiene la máxima puntuación.
Puedo decir que las últimas 70 páginas o algo así, el ritmo vuelve a ser muy rápido y no pude soltar el libro.
Contiene muchas descripciones y sobre todo al comienzo, muy poco diálogo. Eso sí, se me hicieron muy importantes para poder imaginar todo.
Porque una de las cosas más importantes de Santa María de las Flores Negras es su ambientación, el hecho histórico y la clase social de los personajes.
Fue muy interesante leer este libro y conocer la condición de los obreros salitreros de Chile en el siglo XX, que ni siquiera eran tomados en cuenta.
Así que esto es un gran punto a favor, porque Hernán Rivera Letelier logra hacer unas descripciones que te transportan en tiempo y lugar.
El narrador del libro es muy particular. Porque se sitúa dentro de la historia y da la impresión de que es un testigo y partícipe del acontecer.
Pero también conoce sentimientos y vida del protagonista.
No obstante, no se me hizo extraño a la hora de leer.
Lo que más me impresionó fue que este libro hizo que sintiera muchas cosas, ya sea felicidad y optimismo o tristeza y rabia.
Y yo creo que la razón por la que me llegó tanto, es que este fue un acontecimiento que ocurrió en la realidad. Me hizo pensar muchas veces en la inhumanidad que había por parte de los que tenían más poder; fue algo que no logré y nunca voy a llegar a entender.
–Es que las lágrimas brotan del alma, pues.
Todo empieza con que los obreros de las salitreras deciden hacer una huelga, para exigir un aumento de sueldo y más que nada, mejores condiciones de vida.
Después, a medida que pasan los días, van aumentando más y más los que se unen a la huelga.
Esto me pareció maravilloso: el que personas que estaban siendo explotadas se unieran para lograr algo, por una justicia, me encantó. Todos eran muy luchadores y valientes. Simplemente no les importaban las consecuencias que esto podía tener.
Fue horrible ver cómo a lo largo del camino, que todas estas miles de personas, deben pasar por el desierto, van ocurriendo diferentes acontecimientos. Mueren miles de mujeres, bebés y niños debido a la deshidratación, y deben realizar un gran esfuerzo porque caminan muchos kilómetros.
Pero no todo es negativo, porque también se van formando amistades e incluso romances. Lo cual ha sido una de mis partes favoritas.
Olegario es un hombre muy poco sociable, solitario y que mientras más leí, más cariño le tomé. Porque las situaciones por las que pasa lo hacen ser generoso, empático y muy fuerte.
Domingo nunca es capaz de tomarse nada en serio. O al menos eso parece ser. Siempre hace bromas e intenta verle el lado bueno a las cosas. Es un hombre muy valiente.
José es celoso y odia todo lo que tenga que ver con la iglesia. Tanto así, que se sabe hasta poemas contra ésta.
Idilio fue uno de los personajes que más me gustaron. Es un joven dulce, considerado y romántico.
Gregoria me encanta porque hace el papel de mujer fuerte y luchadora.
Me imaginé que no tendría un final feliz, pero por otro lado lo único que quería era que se resolvieran bien las cosas.
En las últimas páginas, se me aceleró el corazón y sufrí junto a los personajes.
Todo muy bien descrito, lo que hizo que me imaginara perfectamente la situación y me diera más impotencia y pena aún.
En definitiva, Santa María de las Flores Negras es un libro que me impresionó mucho.
No es un libro rápido de leer, pero nos muestra la realidad de los obreros salitreros de Chile en 1907, junto a un hecho terrible.
El autor logra que la historia sea cercana gracias a los personajes que crea y que hacen que suframos mucho más el final.
Se tratan temas como la explotación, valentía, amistad, amor y nos muestra hasta donde puede llegar la crueldad humana.
Con la dentadura, su amigo ha perdido todas las ganas de vivir. Parece un muerto en vida. Uno de los miles de muertos vivientes que dejó la masacre.
4.5/5