Mostrando entradas con la etiqueta Violet y Finch. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Violet y Finch. Mostrar todas las entradas

sábado, 9 de enero de 2016

Escenas y Diálogos (39): Violet y Finch

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

  –No sé qué te ha traído aquí arriba, pero, a mi entender, la ciudad se ve más bonita y la gente más agradable, incluso las peores personas parecen casi amables.
 Una de las cosas que me gustan de esta vida es que puedes parecerle alguien distinto a todo el mundo.
 Al instante me siento mejor porque ella se siente mejor, y por cómo me sonríe, como si yo no fuera alguien a quien evitar.
  –Estoy perfectamente bien.
  –Nunca pretendas mentirle a un mentiroso.
 Siempre he sido diferente, pero para mí la diferencia es normal.
 “Ordena todas las piezas que se crucen en tu camino.”
  –No hay mejor momento que el presente, y todo eso que se dice. Tú, precisamente, deberías saber que solo tenemos garantizado el ahora.
  –De hecho, estando a tu lado me siento como si estuviera en el Everest.
 Pero veo que él no va a ningún lado, y entonces su mano localiza de nuevo la mía. En lugar de retirarla, me obligo a mantenerla allí, y es agradable, la verdad.
  –Necesitas un buen empujón, no un empujoncito, puesto que, de lo contrario, te quedarás para siempre en esa cornisa que tú misma te has construido.
 Conozco lo suficientemente bien la vida como para saber que no puedes contar con que las cosas permanezcan intactas e inmóviles, por mucho que te gustaría que así fuera. No puedes evitar que la gente muera. No puedes evitar que se marche. Ni siquiera uno mismo puede evitar marcharse.
 Es difícil adivinar dónde termina el cielo y empieza la tierra.
  –Todo en este mundo lleva un final incorporado, ¿no? Una bombilla de cien vatios, por ejemplo, está diseñada para que dure setecientas cincuenta horas. El sol morirá dentro de cinco mil millones de años. Todos tenemos una fecha de caducidad.
 La habitación está tal y como la dejé, y pienso que tal vez no sea la habitación lo que esté distinto. Tal vez sea yo.
 ¿Y si la vida pudiera ser así? ¿Solo las partes felices, no las horribles, ni siquiera las medianamente agradables?
  –¿Sabes qué me gusta de ti, Finch? Que eres interesante. Que eres diferente. Y que puedo hablar contigo. Pero que no se te suba a la cabeza.
  –Te mereces algo mejor. No puedo prometerte que vaya a seguir siempre aquí, y no porque no quiera. Es difícil de explicar. Soy un tarado. Estoy roto y nadie puede repararme. Lo he intentado. Lo sigo intentando. No puedo amar a nadie porque no sería justo para quien me amara.
  –Has hecho que me lo creyera.
  –Pero lo comentaba para que sepas que así es como me siento en estos momentos. Como si Plutón y Júpiter estuvieran alineados con la Tierra y yo estuviera flotando.
 Transcurrido un minuto, dice:
  –Eres un bicho raro, Finch. Pero es lo más bonito que me han dicho en la vida.
 Deja el cubo en el suelo y abre el cierre. Durante unos segundos se limita a aspirar el aroma de las flores, y entonces se vuelve hacia mí y, sin mediar palabra, me besa. Cuando se aparta, dice:
  –Se acabó el invierno. Finch, me has traído la primavera.
 Amo: el brillo de sus ojos cuando hablamos o cuando me cuenta cualquier cosa que quiere que yo sepa, cómo mueve los labios cuando lee para sí misma tan concentrada, cómo me mira como si solo existiese yo, como si pudiese traspasar mi piel y mis huesos y llegar directamente al yo que hay aquí dentro, el yo que ni siquiera yo mismo soy capaz de ver.
 Estoy rodeado de gente, pero solo.
  –No estás solo. – <<De hecho lo estoy, lo cual forma parte del problema. Todos estamos solos, atrapados en el interior del cuerpo y de la mente, y sea cual sea la compañía que podamos tener en esta vida, no es más que pasajera y superficial>>.
  –Supongo que a partir de ahora sabrás que no eres el único friki.
 Es lo más agradable que me ha dicho en toda su vida.
  –No siempre podemos ver lo que los demás no quieren que veamos. Sobre todo cuando se esfuerzan al máximo por ocultarlo.
  –Que estén muertos no significa que no puedan existir. 
 Me haces amarte,
 Y eso es tal vez lo más grande que mi corazón ha sido capaz de hacer...

jueves, 7 de enero de 2016

Opinión personal #61: Violet y Finch

Titulo: Violet y Finch 
Autor: Jennifer Niven  
Editorial: Destino  
Páginas: 400  
Formato: Tapa blanda con solapas 



Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse? Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.



Había visto este libro muchas veces en la librería y también sabía que a mucha gente le encantaba, así que esas fueron las principales razones por las cuales decidí comenzar a leerlo, a pesar de no estar completamente segura de que era el libro que quería leer en ese momento.

Pero desde el primer capítulo me atrapó y Jennifer Niven fue capaz de sumergirme en esta historia que ni siquiera me imaginé que me terminaría gustando tanto.
Tiene un ritmo constante y fue perfecto, porque las cosas no ocurren ni demasiado rápido, ni demasiado lento. Es una historia que no necesita acción.
La historia de amor se me hizo muy creíble, ya que todo ocurre de a poco y el lector puede notar cómo cambian las cosas con el cambio del tiempo.

Es un libro que tiene un aire triste, pero que a la vez te da esperanza de que en algún punto las cosas pueden mejorar.
Se muestra a dos protagonistas y que son los narradores de la historia, que están encerrados en su mundo, en su tristeza y en esa nube negra en la que están.
Me encantó poder conocer el punto de vista de ambos, ya que pude entender a ambos perfectamente y el por qué de sus acciones.

Este libro me rompió el corazón y también me hizo abrir los ojos, porque trata temas importantes como la depresión, la pérdida, la culpabilidad y el sentimiento de que no hay salida.

  –Uno de los problemas que presenta la gente es que a menudo se olvida de que lo que de verdad cuenta son las pequeñas cosas. Todo el mundo está ocupado en el Lugar de la Espera. Si nos parasemos un momento a recordar que existen cosas como la torre Purina y una vista como esta, todos seríamos más felices.

Violet sufre una gran evolución a lo largo del libro, lo cual me encantó. Madura y es capaz de entender cosas que antes no entendía.
Por otro lado tenemos a Finch, que logré tomarle un cariño muy grande. Es muy inteligente, dulce y no le importa lo que piensen de él.
Ambos son muy diferentes a los típicos personajes que solemos ver en la literatura juvenil, sobre todo Finch.

El desenlace de la historia, aunque es triste, es muy realista y me gustó mucho.
Sentí que la autora pensó cada detalle de la historia y al final todo se resolvió.
Debo admitir que no me esperaba un final así. Probablemente porque ni siquiera tuve tiempo de pensar, porque estaba demasiado enganchada leyendo.

Un punto a favor del libro es la nota de la autora, donde ella explica por qué quiso escribir esta historia. No podía haber estado más impresionada al leerlo y en ese momento comprendí todo y me gustó aún más el libro.

Sin duda, Violet y Finch es una historia que se quedará siempre conmigo.
Es muy realista y triste, pero que también te saca muchas sonrisas.
Con una historia de amor maravillosa y unos personajes geniales, además de tratar temas muy importantes y comunes hoy en día, logró mantenerme enganchada de principio a fin.

  –Me preguntaste por qué quería hacer esto contigo. Y no es porque estuvieras allá arriba en la cornisa, como yo, aunque eso también forma parte del asunto. No es porque sienta esta extraña responsabilidad de vigilarte, aunque eso también forma parte del asunto. Sino porque me sonreíste aquel día en clase. Una sonrisa de verdad, no esa sonrisa de mierda que ofreces siempre a todo el mundo y en la que tus ojos hacen una cosa mientras tu boca hace otra.
5/5