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domingo, 22 de enero de 2017

Escenas y Diálogos (55): Un cuarto propio

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

 En cualquier caso, cuando un tema es sumamente controvertido –y toda cuestión relacionada con el sexo lo es–, no puede esperarse decir la verdad.
 No se puede pensar bien, amar bien, dormir bien si no se ha comido bien.
 Algunas de las palabras más inspiradas, algunos de los pensamientos más profundos de la literatura salen de sus labios, pero en la vida real apenas sabía leer, apenas sabía escribir, y era propiedad de su marido.
 Pero lo que me parece deplorable, continué, volviendo a mirar los estantes, es que no se sepa nada de las mujeres antes del siglo dieciocho.
 Tontas por Educación más que por Naturaleza;
 Privadas de todos los progresos de la mente,
 Diseñadas para ser torpes, porque eso se espera de nosotras

(Fragmento de un poema de Lady Winchilsea)
 ¡Ay! a la mujer que toma la pluma
 Se la considera una criatura tan presuntuosa
 Que ninguna virtud puede redimir ese pecado
 Nos dicen que nos equivocamos de sexo y de forma de ser;
 Los buenos modales, la moda, el baile la elegancia en el vestir, los juegos
 Son las cosas que debemos desear
 Escribir, leer, pensar o estudiar
 Nublarían nuestra belleza y nos harían perder el tiempo
 E interrumpir las conquistas de nuestro apogeo,
 Mientras que algunos consideran que el aburrido manejo de la casa con sirvientes
Es nuestro máximo arte y sola utilidad

(Poema de Lady Winchilsea)
 Cierre con llave sus bibliotecas si quiere; pero no hay puerta, no hay cerrojo, no hay candado que usted pueda ponerle a la libertad de mi mente.
 “Podemos llenarnos la boca hablando de democracia, pero un niño pobre en Inglaterra tiene tan pocas esperanzas como tenía el hijo de un esclavo ateniense de alcanzar esa libertad intelectual de la que nacen las grandes obras literarias”.
  –Sir Arthur Quiller-Couch
 La libertad intelectual depende de las cosas materiales.

miércoles, 11 de enero de 2017

Escenas y Diálogos (54): The Last Star

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

 Even the longest journey is a circle, and history will always cycle back to the place where it began.
 Some things, he told me the night before he died, down to the smallest of things, are worth the sum of all things.
 “¿Everything okay?” he asked.
 I scrubbed the tears from my cheeks and laughed. Sure, Parish, aside from this whole annoying alien apocalypse thing, everything's great.
 “It's not about the time, Evan,” I reminded him, “but what we do with it.”
 You never lose those who love you, because love is a constant; love endures.
 Just–just too many coincidences to be just a coincidence, you know?
 My face in his hands and my hands on his hips. His forehead touching mine and the stars turning over us and the Earth beneath us, and time slipping, slipping.
 You're never perfectly safe. No human being on Earth ever is or ever was. To live is to risk your life, your heart, everything.
 Pain is necessary. Pain is life. Without pain, there can be no joy. 

jueves, 5 de enero de 2017

Escenas y Diálogos (53): Lola y el chico de al lado

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

 No creo en la moda. Creo en los disfraces. La vida es demasiado corta para ser la misma persona día tras día.
  –Se le da demasiada importancia a lo perfecto. Lo perfecto es aburrido.
  –Es fácil hablar de aquellas cosas que odiamos; pero, en cambio, muchas veces es dificil explicar con exactitud por qué nos gusta algo.
 Y nos vimos obligados a aceptar la presencia del otro día y noche sin tener nada que decirnos y, a la vez, queriendo decirnos tantas cosas.
 No sé lo que quiero, pero sí sé que no quiero perderlo.
  –Cricket siempre ha sido así de buena persona.
  –Entonces es que le gustas un montón desde siempre.
  –He escrito <<Lola>>.
  –La única e inimitable.
 Me levanto y le pongo el teléfono en la palma de la mano.
  –Me ha encantado ese cumplido, Cricket Bell.
  –Lo mejor sería que todo el mundo dijera lo que piensa. Así otras personas no tendrían que ir dando tropezones todo el rato.
  –¿Te avergüenzo?
  –¿Y por qué ibas a avergonzarme?
 Se lleva las manos a los bolsillos.
  –Porque no soy un tío guay.
 Estoy perpleja. Cricket no es guay en el mismo sentido que Max, pero es la persona más interesante que conozco. Es bueno, inteligente y atractivo. Y sabe vestir. De hecho, viste de maravilla.
  –¿Crees en segundas oportunidades? –Me muerdo el labio inferior.
  –En segundas, terceras, cuartas... Las que hagan falta. El tiempo que haga falta. Si la persona es la adecuada –añade.
 Y si yo soy las estrellas, Cricket Bell es una galaxia entera.

lunes, 11 de julio de 2016

Escenas y Diálogos (52): El tiempo entre nosotros

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
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  –Es muy fácil que meta la pata hoy y, si lo hago, es posible que nunca lleguemos a conocernos.
 Tal vez sea porque se ha inclinado tanto hacia delante que prácticamente está recostado sobre su pupitre, pero me da la impresión de que está mucho más cerca que ayer. O quizá no sea solo su proximidad física, sino también su expresión.
  –Oye, cualquiera que desee viajar puede encontrar el modo de hacerlo. Solo tiene que desplegar su creatividad.
  –¿Qué quieres que te traiga?
  –Unas cuantas explicaciones. –Me agacho para sacar el billetero de mi mochila–. Y un café con leche, por favor.
  –Aparte de mis padres y mi hermana, tengo la sensación de que todas las personas que conozco son, en cierto modo... –hace una pausa para buscar la palabra– temporales.
  –Oye, sé que no puedo darte todas las respuestas que quieres, al menos hoy, pero puedo ofrecerte esta aventura intrépida. –Se pone de pie, se sacude la arena de los tejanos y me tiende la mano.
  –Lo que pasa es que... he deseado besarte muchas veces.
  –Te gustan las sorpresas, ¿no?
  –Por la cuenta que me trae. Tú eres una fuente constante de ellas.
  –¿Cuál es la otra opción?
  –La segunda opción –dice con una sonrisa–: paso contigo el tiempo que me queda, salimos como las personas nomales y viajamos por el mundo como las que no son normales.
 Tengo dos futuros posibles: la existencia sin riesgos pero rutinaria que conozco tan bien, o una vida de aventuras pero también de incertidumbres constantes.
  –¿Estás seguro de que esto no es un error? –pregunto.
  –¿Me tomas el pelo? –Resopla y me mira desconcertado–. No, no estoy seguro. Estoy desafiando al destino. Estoy jugando con el tiempo.
  –Yo tal vez te haya dado acceso al mundo que mejor conozco, pero tus padres y tú me habéis abierto las puertas de un mundo que no existe en un mapa.
  –¿Qué estás diciendo? 
  –Estoy diciendo... que estoy perdidamente enamorado de ti; te quiero.
 Ojalá solo nos separase esta distancia. Pero no es así. Nos separan esta distancia y diecisiete años.
 Take me to another place, she said
 Take me to another time
 Tal vez Bennett estaba en lo cierto: aunque poner a prueba el destino y jugar con él no siempre tiene consecuencias evidentes e inmediatas, al final algo acaba saliendo mal.

viernes, 1 de julio de 2016

Escenas y Diálogos (51): La ciudad y la furia

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
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 El tren avanza por una senda elevada. Un amplio sector de Santiago se observa hacia el poniente. La ciudad es un paisaje triste. El color que predomina es el gris. Sobre los techos de calamina se deja caer la polución.
 Todos nos habíamos preparado para el desenlace, pero después nos dimos cuenta de que jamás se está preparado para la muerte.
 Cuántos seres indefensos pueblan sus edificios: paranoicos, neuróticos, maníaco-depresivos, bulímicas, anoréxicas, ancianos víctimas de alzheimer... un mosaico furibundo de enfermos mentales repartidos por la ciudad más enferma del mundo.
 Pero yo nunca dejé de creer que entre ellos, en medio de una marea indescifrable, existió una cierta plenitud, una necesaria inconsciencia que los hizo más nobles que el resto de nosotros, que fueron capaces de desprenderse de todo enfado social y sumergirse de bruces en un sueño irreverente.
 Pero en el jardín se bifurcan, las rutinas y las almas se separan, porque la vida es solo una mota de polvo en el vacío, un abrir y cerrar de ojos: como dice Jaque, “una pincelada en el infinito”.

lunes, 30 de mayo de 2016

Escenas y Diálogos (50): Un final para Rachel

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 Resumiendo: irrumpí en la habitación de Rachel caminando a trompicones, haciéndome pasar por un zombi y dándole un susto de muerte, y luego intenté saludarla al estilo pandillero. Lo mío son las relaciones sociales, está claro.
  –Todo el mundo muere antes o después –dijo.
  –Tienes que tomar las riendas de tu propia vida o empezarás a hacer lo que quieren los demás y no lo que quieres tú.

lunes, 16 de mayo de 2016

Escenas y Diálogos (49): Yo antes de ti

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
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  –Sorprendentemente, Will Traynor, no todas las chicas se visten para gustar a los hombres.
 Necesitaba decirle, en silencio, que las cosas cambian, crecen o se marchitan, pero que la vida continúa.
  –Porque me sentiría incómoda. Seguro que... Seguro que lo notarían.
  –Notarían, ¿el qué?
  –Todo el mundo notaría que yo no soy como ellos.
  –¿Cómo crees que me siento yo?
 ¿Quién era yo para decirle que debía vivir?
  –¿Prometerte? ¿Por qué? –Intenté hablar con un tono despreocupado–. ¿Es que te vas a algún lado?
  –Es que... no aguanto pensar que te vas a quedar aquí para siempre –Tragó saliva–. Eres demasiado inteligente. Demasiado interesante.
 Me habría pasado toda la noche mirando su cara. Las arrugas que se le formaban en el contorno de los ojos. El lugar donde el cuello se unía al hombro.
  –Creo que podemos hacer todo tipo de cosas. Sé que esta no es una historia de amor convencional. Sé que hay muchísimas razones por las que ni siquiera debería decirte lo que te estoy diciendo. Pero te quiero. De verdad.

viernes, 15 de abril de 2016

Escenas y Diálogos (48): The Infinite Sea

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 * Esta sección puede tener spoilers *

 There's nothing left to say. There're a million things left to say. 
 “Thank you for saving my life.”
 “I put a bullet in your side and now you might die.”
 He smiles. His teeth seem very white surrounded by the scruffy beard, and now, because he suggested it, I think about kissing him.
 Sharing a body with a human psyche carried with it the danger of adopting human vices–as well as human virtues. And far more dangerous than greed or lust or envy or any of those things–or anything–was love.
 Grace laughed. “You should never have been integrated, Evan Walker. You feel far too much for them to be one of them.”
 It wasn't the future that frightened her; it was the past.
 Darkness rolled over the face of the Earth, and Evan Walker tumbled down to the lightless bottom, to a hidden room that danced in light and her face the source of that light, and he had no explanation for it, how her face illumed the lightless place inside.
 She illumined the lightless–her life the lamp, the last star in a dying universe.
 Get ready, because when you crush the humanity out of humans, you're left with humans with no humanity.
 Ben Parish was drowning. He was so far under, I wasn't sure I could reach him, wasn't sure I have the strength to pull him back to the surface.
 He pushed past me and limped down the hall to the broken door, and I couldn't move, I couldn't speak. I didn't lift a finger or frame and argument to stop him. I'd reached the end of words, and gestures seemed pointless.
 I liked his touch too much, I decided. I needed to work on not liking it so much. And also work on not liking the way he looked at me as if I were the last person on Earth, which I actually thought I was before he found me.
 “I found you, but in finding you, I lost myself. Nothings was clear anymore. Nothing was simple.”
 It isn't that the lies are too beautiful to resist. It's that the truth is too hideous to face.
 And I don't know which is more inhuman: the alien beings that created this new world or the human being who considers, if only for an instant, pressing the green button.
 “I joke all the time.”
 “Right. But they're so subtle that only smart people get them.”
 He leans forward and kisses me hard on the mouth.
 “Don't ever do that again,” I tell him.
 “Why? Because you liked it or because you didn't?”
 “Both.”
 He brought me from the tomb. He raised me from the dead. He risked his life so I might have mine.
 After my father died, I built a fortress safe and strong to last a thousand years. A mighty stronghold that crumbles with a kiss.
 “He fell in love, and love is the only weakness.”

miércoles, 23 de marzo de 2016

Escenas y Diálogos (47): El niño con el pijama de rayas

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

  –Que uno contemple el cielo por la noche no lo convierte en astrónomo, ¿sabes?
  –Un amigo imaginario. Desde luego, Bruno, eres tonto de remate.
 Bruno sonrió porque sabía dos cosas: una, que Gretel se había tragado su mentira; y dos, que si allí había algún tonto de remate, no era él.
  –Hablas mucho para ser tan pequeño.
 Shmuel hizo algo que nunca había hecho: levantó la base de la alambrada  como hacía cuando Bruno le llevaba comida, pero aquella vez metió la mano por el hueco y la dejó allí, esperando a que Bruno hiciera lo mismo, y entonces los dos niños se estrecharon la mano y se sonrieron.
 Era la primera vez que se tocaban.
 Pero lo mejor era que Bruno tenía un amigo que se llamaba Shmuel.
 Cuando llegó al otro lado y se miró, soltó una risita. Nunca había estado tan sucio, y le encantaba.

sábado, 19 de marzo de 2016

Escenas y Diálogos (46): Choque de Reyes

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  –Al final, todo son palabras, y las palabras se las lleva en viento.
  –Parece que últimamente cualquiera se proclama rey. –El enano le dedicó una sonrisa torcida.
  –Se dice que el valor y la locura son primos hermanos.
 <<El miedo hiere más que las espadas –pensó Arya, y se obligó a acercarse al carromato. Cada paso le costaba más que el anterior–. Fiera como un carcayú, tranquila como las aguas en calma.>>
 <<El mundo está loco sin remedio –pensó para sus adentros mientras hablaba–. Ahora, los contrabandistas plebeyos tienen que refrendar el honor de los reyes.>>
  –Un hombre asustado es un hombre vencido.
 En el norte, la nieve y la muerte a menudo llegaban juntas.
  –Si hablamos del mañana, nunca hay nada seguro.
  –Tan bonita, y tan mala mentirosa. –Sandor Clegane soltó un bufido–. Los perros olfatean las mentiras, ¿sabes? Mira a tu alrededor y olisquea bien. Esto está lleno de mentirosos... y todos son mejores que tú.
  –Los compadezco.
  –¿Por qué? –le preguntó Lord Rowan–. Miradlos bien. Son jóvenes y fuertes; están llenos de vida y risas. Y también de lujuria, claro, tanta que no saben qué hacer con ella.
  –En las canciones, todos los caballeros son galantes, todas las doncellas son hermosas, y siempre brilla el sol.
  –Más vale morir libres que vivir como esclavos.
  –La gente libre no necesita reyes.
  –Tened cuidado –dijo la mujer de la máscara de laca roja.
  –¿De quién?
  –De todos.
  –En vos hay más de Rhaegar, pero hasta Rhaegar podía morir. Robert lo demostró en el Tridente, y no le hizo falta más que una maza. Hasta los dragones mueren.
  –Te sentí. –Jojen se levantó–. Te sentí caer. ¿Es eso lo que te da miedo? ¿La caída?
  –Pasan los años, cientos, miles, ¿y qué ve un hombre en su vida? Unos pocos veranos, unos pocos inviernos. Miramos las montañas y decimos que son eternas, así nos lo parecen... pero, en el curso del tiempo, las montañas se alzan y caen, cambia el curso de los ríos, mueren estrellas en el cielo, y grandes ciudades se hunden debajo del mar. Incluso los dioses mueren. Todo cambia.
 Mientras hubiera magia, podía pasar cualquier cosa. Los fantasmas podían caminar, los árboles podían hablar, y los niños tullidos crecían y se hacían caballeros.
  –Aceptó lo que debió ser para mí. De todos modos, os doy mi palabra de que haré justicia con sus asesinos.
 <<Cómo les gusta a estos reyes prometer cabezas.>>
  –Esa muchacha va a ser tu reina –le dijo el Gnomo a Joffrey–. ¿Acaso no te importa su honor?
  –La estoy castigando.
  –¿Qué crimen ha cometido? Ella no luchó en la batalla de su hermano.
  –Tiene la sangre de un lobo.
  –Y tú tienes los sesos de un ganso.
  –¿No decís nada, Alteza? –siguió su tío–. Bien. Aprende a usar más las orejas y menos la boca, o tu reinado será más corto que mi estatura.
  –¿Os habéis fijado alguna vez en que tener muchas respuestas es lo mismo que no tener ninguna?
 Los problemas del mañana la preocupaban más que las victorias del ayer.
 Catelyn sabía que tenía el corazón blando y a veces pensaba que tenía la cabeza más blanda todavía.
 La confianza podía ser mortífera.
  –Se enamoró de Renly Baratheon nada más verlo; hasta un ciego se habría dado cuenta.
  –Soy un hombre –dijo–. Trato bien a mi esposa, pero he conocido a otras mujeres. He intentado ser buen padre para mis hijos, ayudarlos a encontrar su lugar en este mundo. Sí, he violado las leyes, pero hasta esta noche nunca me había sentido malvado. Diría que soy una mezcla, mi señora. De bien y de mal.
 Había secretos que no se debían confesar jamás, había vergüenzas que un hombre tenía que llevarse a la tumba.
  –Luchar es mejor que quedarse aquí esperando –dijo Brienne–. Cuando se lucha no se siente tanta impotencia. Se tiene un caballo y una espada, o a veces un hacha. Si uno lleva armadura, es difícil que le hagan daño.
  –¿Cómo has sabido que estaba aquí? –preguntó Arya bajando la punta astillada de la espada.
  –Uno ve. Uno oye. Uno sabe.
  –Sois odioso –Sansa retrocedió un paso.
  –Soy sincero. Es el mundo el que es odioso.
  –El amor es un veneno. Un veneno dulce, sí, pero un veneno que mata.
 La llamada le llegó desde sus espaldas, más suave que un susurro, pero fuerte a la vez. ¿Acaso un grito puede ser silencioso?
  –Si hay dioses, ¿por qué el mundo está tan lleno de dolor e injusticia?
  –Por culpa de hombres como vos.
  –No hay hombre como yo. Soy único.
  –Lágrimas –le dijo despectivamente a Sansa mientras se llevaban a la joven–. Mi madre decía que eran el arma de la mujer. En cambio, el arma del hombre es la espada.
 Avanzó ella sola por la sombra de la Torre de los Fantasmas. Caminaba deprisa para que no la alcanzara su miedo, y sentía como si a su lado caminara Syrio Forel, y Yoren, y Jaqen H'ghar, y Jon Nieve.

sábado, 5 de marzo de 2016

Escenas y Diálogos (45): P.S. I Still Love You

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

 You can't be close to someone, not truly, with secrets in between you.
 “Youth is truly wasted on the young.” She frowns.
 “There's a purpose now,” he pouts. “The purpose is I'm bored and I feel like kissing you. Is that a crime?”
 I can see now that it's the little things, the small efforts, that keep a relationship going. And I know now too that in some small measure I have the power to hurt him and also the power to make it better.
 Like, why do I speak? Why did God give me a mouth if I'm just going to say dumb stuff with it?
 Kitty lets out a defeated little sigh. “Why can't things just stay the same as before?”
 “Then nothing would ever change and you wouldn't grow up; you would have stayed nine forever and never had turned ten.”
 And then John Ambrose McClaren says one last thing, a thing that makes my heart swell. “I don't think it was our time then. I guess it isn't now, either.” John looks over at me, his gaze steady. “But one day maybe it will be.”
 His heart is mine, just mine. I believe it now. Mine to protect and care for, mine to break.

sábado, 27 de febrero de 2016

Escenas y Diálogos (44): Thirteen Reasons Why

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

 Well, what did you want to hear? Because I've heard so many stories that I don't know which one is the most popular. But I do know which is the least popular.
 The truth.
 I want to push Stop on the Walkman and rewind their whole conversation. To rewind into the past and warn them. Or prevent them from even meeting.
 But I can't. You can't rewrite the past.
  “You don't need to watch out for me, Clay.”
 But I did, Hannah. And I wanted to. I could have helped you. But when I tried, you pushed me away.
 It's funny. Walking by the houses on my way to the party, it felt like life held so many possibilities. And for the first time in a long time, I felt hope.
 You can't go back to how things were. How you thought you were.
 All you really have... is now.
  “But how are you keeping track?” I ask. “How did you know I had the tapes?”
  “You were easy,” he says. “You stole my Walkman, Clay.”
  “Honestly. Thank you,” I say. And when I  say it, I mean it for more than just the ride. For everything. For how he reacted when I broke down and cried. For trying to make me laugh on the most terrible night of my life.
 That's why you did it. You wanted your world to collapse around you. You wanted everything to get as dark as possible. And Bryce, you knew, could help you do that.