sábado, 19 de marzo de 2016

Escenas y Diálogos (46): Choque de Reyes

Sección que creó el blog Paradise Of Words, que consiste en escribir las escenas y diálogos que te gustaron de un libro que leíste.      
 * Esta sección puede tener spoilers *

  –Al final, todo son palabras, y las palabras se las lleva en viento.
  –Parece que últimamente cualquiera se proclama rey. –El enano le dedicó una sonrisa torcida.
  –Se dice que el valor y la locura son primos hermanos.
 <<El miedo hiere más que las espadas –pensó Arya, y se obligó a acercarse al carromato. Cada paso le costaba más que el anterior–. Fiera como un carcayú, tranquila como las aguas en calma.>>
 <<El mundo está loco sin remedio –pensó para sus adentros mientras hablaba–. Ahora, los contrabandistas plebeyos tienen que refrendar el honor de los reyes.>>
  –Un hombre asustado es un hombre vencido.
 En el norte, la nieve y la muerte a menudo llegaban juntas.
  –Si hablamos del mañana, nunca hay nada seguro.
  –Tan bonita, y tan mala mentirosa. –Sandor Clegane soltó un bufido–. Los perros olfatean las mentiras, ¿sabes? Mira a tu alrededor y olisquea bien. Esto está lleno de mentirosos... y todos son mejores que tú.
  –Los compadezco.
  –¿Por qué? –le preguntó Lord Rowan–. Miradlos bien. Son jóvenes y fuertes; están llenos de vida y risas. Y también de lujuria, claro, tanta que no saben qué hacer con ella.
  –En las canciones, todos los caballeros son galantes, todas las doncellas son hermosas, y siempre brilla el sol.
  –Más vale morir libres que vivir como esclavos.
  –La gente libre no necesita reyes.
  –Tened cuidado –dijo la mujer de la máscara de laca roja.
  –¿De quién?
  –De todos.
  –En vos hay más de Rhaegar, pero hasta Rhaegar podía morir. Robert lo demostró en el Tridente, y no le hizo falta más que una maza. Hasta los dragones mueren.
  –Te sentí. –Jojen se levantó–. Te sentí caer. ¿Es eso lo que te da miedo? ¿La caída?
  –Pasan los años, cientos, miles, ¿y qué ve un hombre en su vida? Unos pocos veranos, unos pocos inviernos. Miramos las montañas y decimos que son eternas, así nos lo parecen... pero, en el curso del tiempo, las montañas se alzan y caen, cambia el curso de los ríos, mueren estrellas en el cielo, y grandes ciudades se hunden debajo del mar. Incluso los dioses mueren. Todo cambia.
 Mientras hubiera magia, podía pasar cualquier cosa. Los fantasmas podían caminar, los árboles podían hablar, y los niños tullidos crecían y se hacían caballeros.
  –Aceptó lo que debió ser para mí. De todos modos, os doy mi palabra de que haré justicia con sus asesinos.
 <<Cómo les gusta a estos reyes prometer cabezas.>>
  –Esa muchacha va a ser tu reina –le dijo el Gnomo a Joffrey–. ¿Acaso no te importa su honor?
  –La estoy castigando.
  –¿Qué crimen ha cometido? Ella no luchó en la batalla de su hermano.
  –Tiene la sangre de un lobo.
  –Y tú tienes los sesos de un ganso.
  –¿No decís nada, Alteza? –siguió su tío–. Bien. Aprende a usar más las orejas y menos la boca, o tu reinado será más corto que mi estatura.
  –¿Os habéis fijado alguna vez en que tener muchas respuestas es lo mismo que no tener ninguna?
 Los problemas del mañana la preocupaban más que las victorias del ayer.
 Catelyn sabía que tenía el corazón blando y a veces pensaba que tenía la cabeza más blanda todavía.
 La confianza podía ser mortífera.
  –Se enamoró de Renly Baratheon nada más verlo; hasta un ciego se habría dado cuenta.
  –Soy un hombre –dijo–. Trato bien a mi esposa, pero he conocido a otras mujeres. He intentado ser buen padre para mis hijos, ayudarlos a encontrar su lugar en este mundo. Sí, he violado las leyes, pero hasta esta noche nunca me había sentido malvado. Diría que soy una mezcla, mi señora. De bien y de mal.
 Había secretos que no se debían confesar jamás, había vergüenzas que un hombre tenía que llevarse a la tumba.
  –Luchar es mejor que quedarse aquí esperando –dijo Brienne–. Cuando se lucha no se siente tanta impotencia. Se tiene un caballo y una espada, o a veces un hacha. Si uno lleva armadura, es difícil que le hagan daño.
  –¿Cómo has sabido que estaba aquí? –preguntó Arya bajando la punta astillada de la espada.
  –Uno ve. Uno oye. Uno sabe.
  –Sois odioso –Sansa retrocedió un paso.
  –Soy sincero. Es el mundo el que es odioso.
  –El amor es un veneno. Un veneno dulce, sí, pero un veneno que mata.
 La llamada le llegó desde sus espaldas, más suave que un susurro, pero fuerte a la vez. ¿Acaso un grito puede ser silencioso?
  –Si hay dioses, ¿por qué el mundo está tan lleno de dolor e injusticia?
  –Por culpa de hombres como vos.
  –No hay hombre como yo. Soy único.
  –Lágrimas –le dijo despectivamente a Sansa mientras se llevaban a la joven–. Mi madre decía que eran el arma de la mujer. En cambio, el arma del hombre es la espada.
 Avanzó ella sola por la sombra de la Torre de los Fantasmas. Caminaba deprisa para que no la alcanzara su miedo, y sentía como si a su lado caminara Syrio Forel, y Yoren, y Jaqen H'ghar, y Jon Nieve.

3 comentarios :

  1. Hola guapa! Estoy deseando que empiece la 6 temporada! Los libro dudo que me anime a leerlos... Las citas son una pasada!
    Besos

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  2. Yo no he leído los libros y tampoco he comenzado con la serie pero parece llamativo. Un besote :)

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  3. ¡Hola guapa! Todavía no leo estos libros, no me atrevo, la verdad jajaja
    Pero bueno, he leído algunas de las frases que no contienen diálogos por si alguna vez me da por leer los libros y me han gustado muchísimo, hasta me he reído algo porque son pura verdad. ¡Un besote! <3

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